jueves, 29 de enero de 2009

A Romina Loreley Rapanelli:


Añadir vídeo

Tú, enferma desquisiada, mitómana de mierda con problemas de autoestima y sin un poquito de amor propio, sé que llevas meses y años robandote los textos y fotos de gente que sí nos damos un poco el cuidado de escribir nuestras propias anécdotas y pensamientos. Que vivímos y compartimos literariamente aquello que nos hace sentir y que tenemos la certeza que ocurrió. Tu caso es verdaderamente patético y triste, y me apena de sobremanera que tu vida se quede tan reducida a Ctrl + v y Ctrl + c por que nada interesante te ocurre y eres tan insegura y mediocre que no te da para salir a vivir y tener cosas propias que contar.

Siguete copiando y re editando aquello que a nosotros la gente real nos cuesta plasmar cada día de NUESTRA existencia, por que bien en el fondo sabes que nada de eso es tuyo y que eres tan falsa como el conejo de pascuas. Vete mucho al carajo y a ver si tomas un poquito el coraje de empezar a vivir tu propia vida y dejar de querer vivir la de nosotros, plagiadora estúpida.


A continuación todo lo que plagiaste en tu fotolog de mierda:

http://www.fotolog.com/melon_histerico/66683887

http://www.fotolog.com/melon_histerico/69418294

http://www.fotolog.com/melon_histerico/72411832 <- esa foto ni siquiera es tuya, deforme.
A ver si te da un poco de verguenza.

lunes, 19 de enero de 2009

¿Serías capaz de cometer un asesinato?.


Yo . Yo podría. Creo que tengo la suficiente sangre fría como para hacerlo, desgraciadamente (o afortunadamente) lo que me ha faltado es el valor. Adoro los cuchillos, su brillo, su filo. Considero rotundamente que matar con arma de fuego no tiene chiste, no hay diversión. Si yo llegara a asesinar a alguien, lo destazaría. Lo abriría por el medio y le urgaría las viceras. Inclusive creo que yo podría ser un poco psicopata, de esas que matan en serie, que comienzan con presas pequeñas, ratones, pajaros. Después perros pequeños, perros medianos y perros grandes. Cuando me sienta preparada, entonces quizás una persona. No mataría niños, no. Me agradan los niños, de preferencia de lejos. Tampoco ancianos, son presas fáciles y no hay ningúna dificultad. Mataría personas indeseables, alguien quizás como mi tía Sara... bah, no es nada mío. Pero odio su voz de pito gritoneando en las mañanas y a su familia de gatos que vienen a hacer sus gracias afuera de mi ventana. Sería un crimen fenomenal. ¿Quién fué? Nadie sabría pero estoy segura que nadie la extrañaría. Sería una muerte lenta. Le cortaría la lengua y se la haría comer. Después desollaria uno por uno sus gatos frente a ella y entonces ya se me ocurriría algo fantástico y cruel. Mi siguiente victima sería sin chistar Esperanza. Con tánto lío de demandas y leyes si me la hecho acabaría con la bronca. Muerto el perro se acaba la rabia. Y tánta saña que le tengo ahora. Su muerte sería muy lenta y dolorosa, oh sí. La colgaría del techo y le metería el cuchillo por todas partes. Se desangraría como un puerco en el rastro, parecería una fuente con chorros de sangre corriendo por todas partes. Y yo simplemente me sentaría frente a ella a mirarla agonizar y a decirle muchas veces todo lo que ha hecho para que se lo lleve en la memoria a su viaje cosmico cuando por fin sucumba. Después, Sanya, Enrique, Marcos de La Mora.

Hace mucho que no cometo un asesinato, ni uno pequeñito. Pero a veces estoy tán cerca de hacerlo que yo misma me doy miedo. Soy una chica muy buena, pero empiezo a aceptar que tambien estoy terriblemente enferma...

sábado, 17 de enero de 2009

Lex talionis...

Hace años me planteo la pregunta de nunca acabar: ¿alguna vez nos acostumbramos a la muerte?

Por mi parte, no puedo decir que sí, pero tampoco puedo decir que no. Mi primera experiencia cercana a la muerte fue hace cerca de 5 años y me avisaron algo así como sacarme del taller de dibujo tecnico II y ordenarme que preparara mis maletas por que el abuelo habia muerto y había que viajar 5 hr para el funeral, al que por cierto nunca asistí por que me recluyeron en la casa de mi (todavia viva) abuela durante dos días mientras todo sucedía en unos velatorios que a la fecha no tengo idea donde están. No lloré ni me sentí triste. Tampoco recuerdo haber sentido ni el más remoto sentimiento de vacío, pero juro que no es por que no lo quisiera, dios sabe cuánto quería a mi abuelo, pero simplemente sacarnos de la ciudad y sin ver a la familia pudo ser una ventaja, puesto que me acostumbré a no ver a nadie. Y así, finalmente cuando me faltaron era como siempre, no verlos por largas temporadas. Todavía hoy a la fecha me siento así: como en una larga temporada durante la cual no veo a mis abuelos.

Casi medio año después murió mi abuela y me avisaron por teléfono una noche. Creo que lloré un rato y después en una soledad terrible me recluí en un rincón con la pc y dibujé. Pero fué todo. No me deprimí y tampoco le conté a nadie. No pude asistír al entierro y tampoco comunicarme con familiares. Adiviné la respuesta cuando mi padre me llamó con la voz ronca y me reí nerviosa. Ése es el efecto que causa la muerte sobre mí: mucha risa. Al igual que cuando se ahorcó mi perro, o se quemó la iguana de mi hermano. Cuando mi gata blanca desapareció y tuve la certeza de que estaba por ahí muerta y hoy a la tarde cuando metí la mano debajo del refrigerador para despertar a mi tieso, frio y sufrido gatito de 3 meses que no quería crecer y que posiblemente se electrocutó mientras buscaba algun lugarcito donde calentarse.

La muerte siempre me provoca lo mismo: indiferencia, risa, ira y llanto. En ese orden. Pero estoy segura como siempre que mañana me despertaré y olvidaré que tenía un gatito que me hizo llorar por yo tuve que ir por él al metro taxqueña, por que yo tuve que sacarlo de debajo del refrigerador y por que yo tuve que enterrarlo hace unos momentos.

Estoy llorando y cómo quisiera decir que ya me acostumbré a la muerte y que no tengo ningun problema con ella. Pero lo tengo. Todavia lo tengo...

miércoles, 14 de enero de 2009

The biggest day~

The realy freaking biggest day.

Mi futuro pinta en la Iztacalco 3. A partir del 9 de febrero y todavía no sé en qué horario. Pero desde segundo año. Y hasta entonces, yo volveré por unos días a rancholandia para auxiliar a mi papá con el trabajo. (y claro, para auxiliarme un poquito a mí con el corazón <3)>

miércoles, 7 de enero de 2009

sdfqwef

Me desespera, me hace trinar y me confunde. Por que no lo entiendo, por que los años pasaron y lo que paso una vez marca para siempre.

Siempre.

Te odio, te quiero, te extraño, no te soporto, y mucho, mucho más.



Ah, una vez más compruebo: no me gusta la gente y menos en mi casa. (ni aunque sea familia)

(Aclaro familia = lindo. Familia en mi casa = KILL THEM ALL).

Btw, mañana (quizás) me entero de mi futuro.

Lalalaralala?

viernes, 2 de enero de 2009

Año nuevos, no tan nuevo...

Another year, just because another history.


Como que, los años a una le asientan para bien, o para peor. Después de mi año sabatico atiborrado de muchas tristes, medianas y más tristes historias, ahora al comienzo de otro periodo me siento como camello en selva [LMDA (c)], como que no sé que carajo va a pasar más allá de la próxima semana. Es molesto, mucho muy. Estoy... volviendo sobre los malos pasos pero con menos ánimos. No festejo fiestas, de mal humor, fodonga, éste año ni siquiera puse arbol en mi casa, y más cerrada e inexpresiva que nunca. Antisocial, desvirtuada y obsesiva. Me duermo a las 5 de la mañana, no como, duermo de más. No debería puesto que ahora vivo en el super place de mis sueños y veo familia y bla, bla, bla. Sin embargo, me rio, convivo, y me desenvuelvo en una falacia increíble, dinámica y frívola.

Como sea, es a sí o sí que el 9 de febrero estoy estudiando y siendo una adolescente -normal- (con muchos guiones) fingiendo que no sé ni conozco todo lo que ya conozco y en definitiva no deberia NI tener imágenes en la cabeza de tales para recordarlo.

Y es que a veces me siento tan anciana, tan sucia, tan indigna...