sábado, 9 de agosto de 2025

No sabias


No vas a decir que no sabías lo que estabas haciendo. 
Que no eras consciente de lo que ibas pretendiendo, ni vas a decir que no tenias el conocimiento de que algo podía salir mal. 
No vas a bajar la mirada y a desconocer tu rumbo, cuando caminaste muy segura de ti misma en un principio. No vas a dejar que te consuma la incertidumbre, ni los soliloquios, ni la falsa imagen de las cosas, pues sabes desde siempre que todo tiene un precio y dependiendo de la profundidad del pozo, variará el sonido de la piedra al llegar al fondo.

Si bien tu corazon es una maquina en manuscrito, no haces bien al desperdigar el sacramento infinito de tu inmensidad. 
Lo sabias desde un principio, no me digas que no.

Por eso, no vas a dejar que los fantasmas te consuman la cabeza, de nuevo. 
Que las telarañas prevalezcan sobre el timo de tu osadía. 
Oh, si ya sabias que no habia manera de evitar el choque del pendulo ¿como pudiste creer que sabias evadir su influencia? 
No es como si las rosas se sacudieran las espinas, como si el rio de pronto se alzara al cielo por voluntad, como si la gota de agua fluctuara de pronto en sentido contrario a su destino.

En qué creiste cuando confundiste el consentir con el prestigio.
En qué asumiste tus convicciones cuando marchaste y dijiste que todo era un crimen sin testigos. 
Que no hubo consecuencias en tus prodigios.
Es por ello que no vas a huir, que no vas a mirar hacia atras a desconectarte con añoranza, ni a permitir que la nostalgia te colapse los nervios. 
La melaza del arrepentimiento es una expiación, pero no vas a rezar tres padres nuestros, ni a dormitar las fiebres de tu deseo. No sirve de nada que discutas contigo, por que volverás una y otra vez al principio. 

Supón que sé de lo que te hablo, que te conozco y conozco tu pasado. 
Que puedes confiar en mí.
Que tambien aquí yo estoy de paso.

vive rapido

Vive rápido
Muere joven

Bajo esas
premisas vives
Y no soy quien 
para juzgar

Considera por favor
Vivir más lento
Vivir más lento
Considera por favor 

Trabajas duro
Bebes bastante

Adoleces tus amores 
Y les ruegas
su devoción 
Si yo pudiera
te lo daría
No me importa
que hayas hecho 
Pero mereces amor

Pero no puedo
Y más no debo
No me muestres esos ojos por favor 
Pero no puedo
Y mas no debo
No me muestres esos ojos
Por favor 

Pero dios sabe 
que si pudiera
Yo sin miedo 
te hacia el amor

De arriba a abajo
te besaría 
Pero esta escrito 
que no ocurra
Redimirme nunca podría.

Pero no puedo
Y más no debo
No me pongas
Esa cara por favor

Porque no puedo
Por mas que quiero
Pertenezco a otro hombre
Que me da 
Su devoción.

Vive rápido
Muere joven 

Pero no antes de
escuchar esta canción.  
Pero no antes de escuchar 
Esta canción. 


Cuídate esos brazos

Cuídate esos brazos
Esque Te he estado mirando
Y creo que necesitas
Perdóname que insista
Cuídarte esos brazos

Esque no puedo creer 
Lo bien que se te ven
Lo fuerte que pareces
Dios mio por favor
Solo cuidate esos brazos

He visto como cargas
Por favor cargame a mi
Apretujame entre ellos
Estrujame con ellos
Abrázame las piernas 
Esque no puedo evitar
Imaginarme vulgarmente 
Que lamo esos bíceps
Que me gritan que te grite
Que te cuides esos brazos
Que me rodees con ellos
Que me hayas tuya con ellos
Que me cargues sobre ti 
Con ellos. 

Que por dios que te ruego
Que te cuides esos brazos. 


fiebre

Los sueños húmedos 
sueños son
Y aunque es prohibido
Y decirlo no debería
En estos momentos 
Lo único que desearía es 
Que me bajes el calzón. 

No quiero dramas 
Ni sueños lucidos 
Ni realidades mundanas
No quiero pleitos de faldas
Ni chismes inmundos 
Ni ojos húmedos. 

Las miradas fugaces
Son toqueteos discretos
No busques lo que no quieres
No hay desliz perfecto.

Pero no digas
Que no hubo advertencias
Lo que ves es lo que es
El sudor que emanas 
Puro no es.


Carrie

Me encontré a Carrie llorando en silencio en la azotea del hotel. Yo había decidido subir porque tenia la intención de fumarme un toque y quería verificar que no hubiera nadie. Al principio no la vi. Estaba oscuro y el lugar era bastante amplio. Junto a las bombas de agua había sillas, unos grandes macetones con plantas y un desnivel donde podías sentarte. Me recargue en la barda y comencé a prender mi cigarro cuando escuché como cuando te limpias los mocos. Me sobresalte y gire la cabeza, ella salió  detrás de un maceton y la luz de su teléfono la iluminó un poco. Era una chica joven, alta y delgada. Rubia. Me dijo algo en inglés, no recuerdo que fue, yo habia estado tomando tequila todo el día. Me di cuenta que lloraba. Me sentí incomoda, nunca he sabido confortar a la gente, no se qué decir cuando lloran. Le pregunté con mi inglés atropellado si prefería que me fuera para no incomodarla. Me contestó que no, que a veces solo necesitabas llorar. Le di la razón. Nos quedamos un momento en silencio así que sentí que lo adecuado era preguntarle si estaba bien, si podía ayudarla en algo. Comenzamos a conversar intercambiando entre mi inglés de escuela pública y su español improvisado. Me contó que lloraba porque su mamá había intentado quitarse la vida. Pregunte si eso la hacia sentir mal, y me confeso que no, no tenia una buena relación con ella, no la había cuidado de pequeña y casi no se hablaban siendo ella adulta, no sentía un vínculo y se sentía mal por no sentirse mal por ella. No supe que contestar, solo atiné a decirle que, si le servia de algo, yo tampoco tenía una buena relación con la mía, y que en algún punto de mi vida, también había considerado desuscribirme de la vida. Creo que Fue entonces cuando capte su atención y le conté un poco de mi vivencia personal. Ella me abrazo y me dijo que lo sentía por mi, y me preguntó como era posible. Le dije que a veces uno se siente tan solo, que no parece haber otra opcion. Luego temi estar siendo irrespetuosa sacando cosas mías mientras ella pasaba por su propio conflicto y devolví el punto de atención hacia ella. Trate de animarla, diciéndole que no debemos sentirnos culpables por las decisiones que toman nuestros padres, pues ellos eligen su propio camino a veces a costa de otros. Que los hijos somos tierras que hay que labrar para cosechar, y que si ella no sentía que su madre lo hubiera hecho con ella, no la culpara y tratara de comprenderla y aceptarla. Pero que tampoco se sintiera mal por no tener un vínculo con ella porque la vida a veces es así y debemos aprender a vivir a un a pesar de las carencias. Le recomendé que, si ella lo sentía, se acercara a ella por lo menos para que ambas estuvieran en paz, por si lo peor ocurria. También le dije que estábamos en un lugar hermoso en medio de la inmensidad, que era afortunada por eso, le dije que era hermosa, y que tratara de disfrutarlo porque de cualquier forma no podía hacer nada en ese momento por ayudar a su mamá. Me escucho con atención, me abrazo y me agradeció. Sonrio, creo que la hice sentir mejor. Seguimos conversando, descubrimos que ambas teníamos 31 años. Sin  hijos. Ella era de Fresno, California. Venia acompañada al viaje por su novio y otras personas. Apenada de pronto recordé advertirle que si me notaba ansiosa era porque no solía hacer amigas con falicidad y me podía poner nerviosa, hizo un gesto de ternura y me abrazo de nuevo. Decidimos bajar a la alberca donde estaban los demás. Le presente a mi esposo y continuamos conversando. Ahí supe que era doctora, especialista en trauma. Luego por alguna razón sin sentido y porque a veces soy así y no se porque, le pregunte de cosas del trabajo, recuerdo que nos contó que por lo menos el 99% de las veces que una persona entra a trauma, ellos ya saben quien no va a lograrlo con solo verlo. Su semblante ensombrecio y me sentí miserable. Seguramente le recordé algo que no debí con mi impertinencia y le pedí disculpas y cambiamos el tema. No recuerdo de que hablamos despues pero si recuerdo que le invite tequila y lo acepto. Al rato terminamos fumando yerba en la azotea cuando se unio mi tío, pero el empezó con sus cosas de viejos verdes y le dije a Carrie que las cosas con el se podían poner Creepies, que si bien conmigo era respetuoso porque me veía como su hija, no quería que ella pasara un mal rato. En este punto creo que ambas ya estábamos mucho más allá de la sobriedad y temo que la espante porque se despidió y se fue. Después supe por mi esposo que se quedó unos minutos con el intercambiando algunas frases y luego se fue casi olvidando su teléfono y un vaso con vino. Al siguiente día sali con mi gente y no estuvimos en el hotel por la tarde. Aunque pude verla sentada en la recepción, seria y un poco aburrida, intente caminar cerca de ella para darme a notar y quizás provocar una interacción. Por el ángulo en el que estaba sentada, estoy segura que no me vio. El que si me vio fue su novio, quien volteo la cabeza completamente mientras me miraba a través de sus lentes oscuros. Quizás es imaginación mía, pero podría jurar que me miraba con recelo.
La madrugada del siguiente día yo salí para tomar un tour a Puerto Morelos y por la noche el ferry de vuelta nos dejo varados en Cancun, por lo que tuvimos que pasar esa noche en un hotel cerca del puerto. Volvimos a la Isla en el primer ferry y naturalmente a las 6 de la mañana no había ni un alma. La vi hasta más tarde, ella estaba sentada junto a la alberca y me saludo con un hi. Me acerque a ella, le pregunte como estaba, le conté de mi aventura y de como terminé en un hotel de mala muerte. Nos reímos. Le pedí disculpas por  mi tío, argumente que uno no escoge a la familia ni controla sus comportamientos. Me dijo que estaba bien, que no me preocupara. Le pregunte si estaba bien que la buscara más tarde para fumar un poco de yerba solo ella y yo. Me dijo "yeah, totally". Parecía muy animada. Le dije que debía dejarla pues tenia que ir a conseguir un desodorante. Lo cual era verdad pero no se porqué demonios le conté eso.

Ese día tuvimos una cena con algunas personas de la Isla y llegamos tarde. Aunque estuve fumando y bebiendo cerveza en el area común hasta las 2 am y mentiría si dijera que no estaba esperándola, ella no apareció. Al siguiente día  el taxi que vendría por nosotros llegaría a las 6 en punto para llevarnos de vuelta a la realidad. Me asome temprano por la mañana y la vi a lo lejos en compañía de su novio. Caminaron acercándose hacia donde estaba yo porque en esa dirección estaba su cuarto, me dijo Hi sin detenerse, parecía seria, un semblante extraño, como un animalito asustado. En su novio no me fije, pero no recuerdo que fuera amigable. Más bien lo recuerdo serio, como irritado. Mi ansiedad me hizo pensar que seguro había algo malo conmigo y desisti de intentar acercarme. Salimos con mi gente a desayunar y volvimos alrededor de las 4 para preparar maletas, acabarnos la yerba que habíamos estado "ahorrando" y despedirnos.

Cuando regresamos, no note su presencia y subi de nuevo a la azotea pero tampoco estaba ahí. Prendí mi cigarro y le di un trago a mi cerveza. Me pregunté si de verdad ya no iba a poder hablar con ella, si ese Hi escueto iba a ser nuestra última interacción. Me puse de pie mientras pensaba en todo lo que había pasado hasta ese momento, repasando por cada instante que estuve con ella si yo había hecho algo que pudiera ofenderla. Me puse de pie y me recargue del otro lado de la barda, entonces la vi. Estaba sentada con su novio y la señora que los acompañaba. Se veía aburrida, incomoda, seria. Intentaba leer un libro pero todo la distraía. Trate de concentrarme mientras la miraba, repetí mil veces "voltea" con la esperanza de que mi pensamiento le llegara y mirara solo un poco había arriba y me viera y quizás, quizás subiera. Pero no ocurrió. Le dedique entonces Oye mi amor de Mana en mi cabeza y me quede ahí sola aceptando la realidad. En ese momento vi llegar el taxi de la amargura y decidí bajar para despedirme de otros extranjeros que conocí ahí mismo. Entre al cuarto unos minutos y cuando salí, ya no estaba. Me desespere. Recordé todas las veces que me quede con ganas de decirle a algo a una persona especial y me quede callada. Todos los adioses inconclusos que se perdieron entre mudanzas y los años. Todas las cartas que escribí que nunca envié y que ahora están en algún librero haciéndose viejas. Ese regalo que compre con esa tarjeta que escribí que no entregué porque mi ansiedad social me hizo tener miedo de ser inadecuada.
Entonces fui a la recepción y pedí una pluma y una hoja. Escribí una nota fugaz diciéndole a Carrie que me iba pero que me había parecido bonito compartir un momento de amistad, así que le dejaba mi número telefónico por si de pronto pensaba que era bueno mantener el contacto. Yo estaba muy nerviosa y creo que hice la peor letra que he hecho nunca, pero me di a entender. Pensé en dársela a Ched, un señor con el que hicimos migas, y pedir que se la hiciera llegar a ella, pero me pareció demasiado confianzudo de mi parte encargarle algo asi a alguien que apenas conocía. Regrese a los cuartos y me pare en su escalera. La cerveza y el toque  habían hecho efecto asi que en un impulso de valentía, subi rápidamente y toque a su puerta. Abrió su novio. La sensación fue idéntica al miedo que sienten los pretendientes cuando el padre te abre la puerta y tu preguntas por su hija. Le dije Hi, can I look for Carrie? (Hola, puedo buscar por Carrie?), el tipo me miro unos segundos y no estaba feliz. Creo que hasta dudo, pero dijo en voz baja y bastante serio "esta por ahi" y luego la llamó. Ella aparecio unos segundos después, tenia la toalla en la cabeza pero me di cuenta que se estaba arreglando para salir. Pareció sorprendida de verme en su puerta, me dijo que si podía esperarla solo unos minutos pero le dije que solo tomaría un minuto, que ya me iba. Se quito rápidamente la toalla de la cabeza y salió rápidamente al pasillo. Pareció entristecer por que me iba. A partir de aquí, mis nervios me traicionaron, tratabile algunas palabras en mi peor inglés, le dije que me alegraba de haberla conocido, que no estuviera triste y que era una buena persona. Le di la nota y le dije que solo si lo consideraba apropiado, luego saque dos pines de flor de cerezo, uno negro y uno rosado y le dije que podía escoger uno. Tomo el rosado y me alegre porque ese hubiera escogido yo. Me dio las gracias, me miro entonces seria y me dijo que mantendríamos el contacto, for sure.
Le di las gracias y hui de ahí. Ella volvió a su habitación y no la vi más. Comencé a preguntarme por qué había hecho eso, quizás la había avergonzado, seguro fui inapropiada. En un Rush de ansiedad desee no haber escrito la nota. Me despedi de Chad y su familia y abordamos la nave del olvido. En el camino, la ansiedad se fue. Ya todo había pasado. Comencé a llorar. De felicidad, lo había logrado. Por una vez en la vida, no me quede con ganas de decir algo a alguien especial. Estaba feliz, feliz, de haber conocido a Carrie.
Ya han pasado algunos días de esto, no he recibido señales de ella. La ansiedad me arrastra a imaginar 31 escenarios posibles del porqué. Por supuesto, todos son malos. Es probable que algunas de mis carencias afectivas me hayan hecho imaginarme una relacion que no estaba ahí. Que solo fuimos dos chicas ebrias que se encontraron por casualidad. Que me confundí. Esta bien, al final de esto, eso ya no importa. Esta noche estoy aquí, dedicándole Carrie de Europe, escribiendo esta historia para hacer catarsis y deseándole que sea feliz, donde quiera que esté.