sábado, 18 de abril de 2009

Writing to reach you.

Hoy desperté de muy mal humor, no sé por qué. Aunado a ésto, me duele la cabeza y tengo una micro herida en el pezón izquierdo que me arde y que no sé en donde sucedió ni por qué. Mi madre quiere salir y andar y comprar y yo... yo no. Yo quiero dormir hasta el lunes. Pero tengo tarea de historia, química y literatura, y debo hacerla por que quiero salir con buen promedio y por que simplemente DEBO hacerla. Me siento patética, gris, simple.

Si hay una cosa que odio de sobremanera es sentirme simple. Otra vez los pantalones no me quedan por que me quedan grandes y no tengo ropa descente que no se note que me queda 2 tallas grandes. Me cuesta recordar mis sueños y no quiero ver a Eduardo el lunes por que le debo una explicación, y no quiero dar explicaciones. Ojalá todo fuera tan simple como ''Ya no quiero estar contigo, chau.'' pero ésta necesidad de quedar en bien con las personas sin lastimarlas aún a sabiendas que es obvio que van a ser lastimadas aunque sea un poquito está empeñada en jugar a las estatuas de marfil conmigo. Mi madre dijo el otro día ''A un amigo se le hiere con la verdad para no destruirlo con la mentira''. ¿Realmente considero a Eduardo un amigo? Y aunque no lo considerara de todos modos le diría la verdad: que no quiero estar con nadie en éste momento (nadie que no fuera Ángel pero éso todavia no es posible) y que no quiero desgastarme y desgastarlo con mi ciclotimia y mis cámbios de humor y mis desplantes de complejo de diva.

Creí que con confesarme con Ángel sería mi descanso eterno, pero no. Olvidé que siempre quiero más, y más. Y quiero todo con Ángel por que él es todo. Aquí y allá y por todas partes, en todas las cosas buenas y malas. En todos lados. Y no voy a conformarme nunca con el hecho de que lo sepa y ya. Pero el futuro es tan incierto y distante. Por que simplemente él es la clase de hombre con el que quiero tener a mis hijos y morir de vieja a su lado y sin él, seré una ancianita dulce cosiendo y tejiendo y alimentando a sus mil ocho mil gatos en una casota triste y solariega.

Siempre se trata de sacrificar álgo en tu vida para conseguir otra cosa. Me da miedo el hecho de tener que llegar a elegir entre un amor y una carrera por que sé perfectamente qué escogeria y al instante siguiente no lo sé. Quisiera que de pronto un día él viniera a mí y todo fuera fácil y placentero, pero él nunca tiene tiempo y yo me hundo cada día más en un pozo de recuerdos y nostalgia acumulada. De canciones, versos, rimas, oraciones.

Leí: Lo que empieza rápido termina rápido. En definitiva mi situación con Ángel no va nada rápida. ¿Tengo esperanza? O se me agotará tarde que temprano la paciencia...

Mientras tanto, seguiré sembrando martillos para cosecharlos y rompermelos en la cabeza.

No hay comentarios.: