jueves, 10 de enero de 2008

¿300 mangos para que me digan que estoy loca?

Ayer pasé con la psicóloga que está enfrente del negocio de mi papá, inocentemente creí que podría encontrar alguna alternativa a todo esto, que quizá con mis ahorritos podría pagar y sin que nadie se enterase algunas (pocas) sesiones de mutilamiento mental aderezados además con una profesional en el tema.

300 pesos pesos es lo que cobraba la señora por una hora nomás. Obvio, salí huyendo con una mano adelante y otra detrás y sólo por que tenia un sentimiento de desilusión convinado con ira, casi pateo a un fenómeno de perro pequeño que me salio de no sé donde y no paraba de ladrar. Afortunadamente queda algo de humana en mí y no lo hice, además el dueño podía salir en cualquier momento y problemas yo no quiero~

Cuando me subí al colectivo para ir a los sauces, unos minutos después de sentarme me sorprendí cantando el coro de una canción cuya plasticidad es apenas comparable a la persona que la canta: Belinda. Nunca fui fanática de su música, ni siquiera de ella. Ni de muchos otros conceptos de ''cantante'' o ''grupo'' que ahora inundan la mercadotecnia musical (y visual) y la solapan de ruido que no es nada apenas gustoso para mis oídos que sólo logran aguantar algunas guitarras, un par de sintetizadores, entre otros instrumentos que no da para explicar por que ni yo misma sé que tanto. El caso, ahí estaba yo, sabiendome toda la letra sin querer y sin saber cómo ni porqué. La radio no la escucho más por que ya lo dije, la música popular no es mi fuerte ni mi gusto (Ok, no mucho). Quise hilar las ideas del coro que más o menos iban así: ''Por que sin ti no me importan los minutos ni los días, por que sin ti no hay presente ni futuro. Salvame de esta bella traición que mató mi ilusión...''

Aja, yo ya sé por que se me quedó pero todavía no me explico por qué me la sabía. Será que, ¿uno vive las cosas y aprende a cantarlas también? No lo sé pero la letra igual está dedicable aunque valla contra mis decretos y concretos. Llegué para la casa y me di cuenta de que andaba con un humor muy jueputezco. Me bañé y me tarde algo así como 40 minutos en la ducha y para cuando salí me quede dormida sólo en bragas. Para cuando desperté fue por que me llegó un mensaje de preocupación normal por que no contesté otros mensajes, cosa que ya fué aclarada, creo.

El punto, es que después de dormir, no pude volver a dormir. Así que me quede viendo una película cuyo titulo es ''The man of the elysian camps'' que va de un escritor cuya economía está para el orto y se mete a trabajar a una especie de agencia de acompañantes para mujeres con clase (dinero). Muchas frases rescatables, una trama que casi me saca lágrimas y un sabor dulzón en la boca que pocas películas me dejan. Lo dicho, no pude dormir cuando ya eran las 4 de la mañana. De la nada comencé a llorar no sé por qué. Anoche era un buen momento para escribir esto por que lograba acoplar las ideas en su lugar y lo que tenia para contar.
Extraño la infancia por que, además de todo lo evidente, yo era distinta. Las veces que me golpeaban en casa eran situaciones que no comprendía pero tampoco les prestaba mucha atención. Lograba persuadir a mi mente y hacerla bloquear todos esos sucesos que hoy en día me parecen brutales, por que simplemente no puedo comprender como un ser humano es capaz de golpear a otro ser humano cuya fuerza, mentalidad y comprensión no están ni siquiera iguales a la del otro ser humano. Golpear a un niño no es normal, no es lindo. Mucho menos si le rompes la nariz, le marcas un ojo, le floreas las piernas con un cable de lo que sea o le abres la cabeza. Son sucesos que mi mente no carburaba, pero lograba quitarles la atención. Sobre todo por que siempre me pedían disculpas y era un circulo vicioso del que no salí quizá hasta los 14 años. (Ahora solamente no piden disculpas)

Estoy segura de que si le dijera a mis padres que quiero ver a una psicóloga, se reirían y me dirían que estoy loca. (cosa que ya sé pero viniendo de ellos es algo que no tiene explicación).
Supongo que no necesito una psicóloga si puedo contar todo lo que me acontece. Pero con ellos no puedo. Esos golpes crearon una barrera de timidez y miedo contra ellos, sobre todo a mi madre. Por que no puedo contarle algo y que no me traiga problemas. Nunca ha sido ella de sentarse en la mesa, invitarme un té y decirme con toda la soltura: ''Cuentame tus penas''. Y quisiera que alguna vez lo hiciera, contarle lo que me molesta, lo que me hicieron, lo que siento y lo que quiero, sin que me grite, me golpee o me salga con preguntas duras que en vez de animarme a ser sincera con ella y a contarle todo como he visto muchas relaciones madre-hija, me suprima y me ponga en un estado hermético en el que me es preferible ser golpeada a que me saquen las oraciones cuando ya no quiero. Ella siempre me cuenta cosas de su vida, lo que hizo para sobrevivir, lo que le pasó a mi edad. Y yo no la juzgo por todo eso y por que creo que los hijos no tenemos cara para juzgar a los padres por que hayan hecho o dejado de hacer. ¿Ella quizá podría algún día no golpearme por tratar de confiar en mi propia madre?

Me gustaría poder contarle 2 situaciones que no son graves pero me taladran la cabeza. Que siempre he sentido curiosidad de saber quien era el tipo no quiso ser mi padre. Como era, qué le gustaba, si se parecía a mí. Son cosas que una hija no biológica alguna vez siente la necesidad de saber. De todos modos no es algo que me gustaría saber de boca de ella por que sé a la perfección que hay cosas que omitirá u otras que aumentará. Confio en que la vida tiene la manera de encararte con el pasado alguna vez, y sé que conmigo no será la excepción.

Me gustaría poder ser más cariñosa y afectiva con ellos. Pero las cosas del pasado me hacen creer que en cualquier momento me van a gritar o a golpear. Eso me limita. No he querido que me compren nada ni me den nada por que sé que no lo merezco. Por que voy a reprobar algo así como dos años de preparatoria y no va a ser una noticia bonita que darles. Sé que voy a tener problemas, que me van a gritar y que (muy) posiblemente me van a golpear. Además de que cuando les diga mis razones me van a querer estrangular por que hasta yo sé que no son muy lógicas. Sin embargo, creo que esto no estaría sucediendo de haber sido más perspicaces. Por que, ¿no les da duda que yo falte a la escuela 3 veces a la semana? ¿Que yo nunca haga tareas? ¿Por qué nunca me preguntan cómo me siento?. Si me ven deprimida, se enojan. Si me ven triste, se burlan. Si les cuento, me regañan. La vez que les quise decir que me sacaran de la Ramirez, mi papá dijo que sí, luego la volteó y me sacó asuntos de Alfonso que ni al caso. Mi mamá me golpeó primero y despues me pidio toda candorosa que no dejara la Ramirez. (La verdad es que dije que sí para que parara con los puños pero no me banco más estar en esa).

Y todo esto son cosas que me molian los sesos anoche mientras lloraba y jadeaba en silencio. Pero claro, esas son cosas que ellos no saben. Y no saben muchas otras que quizá nunca les cuente. Por que tal vez sea tarde, por que ellos tal vez nunca lean esto y si lo leen se van a hacer los desentendidos. Por que las cosas están hechas ya. Y por que dudo mucho que alguna vez pueda olvidar esos momentos que me hicieron como soy. Por que yo ya soy.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mangos O_o?... yo prefiero usar dinero xDDU... y si si eso cuesta un lokero hoy en dia =I...aunke yo no creo ke stes loca xDDU..solo necesitas desahogarte o.o.

y..y..pss lo ke te tenga ke decir te lo digo a ti jaja no me sabe publicarlas en un comentario >_>.

TAMM =3

Hasta Alratito xDD

Alfonso y AR =)

Tiphareth dijo...

'Yo ya soy' es una frase que indica no querer progresar, estacionarse en una manera de ser y no permitirse un cambio a veces positivo. Vos sos así ahora y podes ser de otras maneras después, te quedan años, te faltan experiencias... por qué dar un veredicto tan definitivo?
No estás loca, los locos no admiten su locura, porque simplemente no creen estarlo. Que te lo digan y que te lo repitan hasta el hartazgo puede causar que te lo creas. Cuando yo iba al Eccleston y me decían 'rara' terminé por tragarme ese cuento y me sentía un fenómeno con todas las letras. Hoy me doy cuenta de que no es así.
Cuentes o no cuentes las cosas creo que la ayuda profesional te vendría bien, porque no es solo ir y contar, sino analizar las situaciones y buscarles 'el lado oculto', por decirlo así. Cada una de tus reacciones, pensamientos y actitudes tienen un trasfondo importante. Entendiendo los por qués y aceptándo las trabas, estas situaciones cíclicas terminan por superarse. No digo que no vuelva a suceder que te peguen, porque aunque lo espero sinceramente no lo sé. Eso tiene que ver con actitudes de tu madre. A lo que me refiero es que tal vez tu manera de vivirlo cambie y esas peleas te resulten menos traumantes de lo que son ahora.
En cuanto a lo de la canción... hubo un estudio en el que un tipo soñaba con no sé que cosa extraña escrita y realizando un análisis de su entorno se dio cuenta que dicha cosa se encontraba en un cartel por el que todos los días pasaba delante para ir a trabajar pero él jamás se había jactado de su existencia. O algo así era, pero la conclusión era la misma. Haciendolo más personal una vez tuve que ir a un campo de deportes que no conocía. Me habían dado una nota con la dirección que nunca leí, sólo la vi de pasada. La noche antes de emprender viaje hacia el campo soñé con que una tal Herrera se suicidaba. Resulta que el lugar a donde tenía que ir estaba entre las calles Herrera y California (creo que era California.. a quién le importa). Yo asumo que son dos casos similares... estas cosas del inconsciente, vio?

besos :)

Manu dijo...

La locura es relativa