Estoy descidiosa. Me pesa horrible tener que ir mañana a la preparatoria, no quiero verle la cara a Jácome ni a Acela (mucho menos con el sueño de hoy) o al de fisica del semestre pasado por que ya sé que no aprobe el ultimo extraordinario, ni a los demás del grupo. No quiero ver a nadie. El 10 empiezan los sumarios, será cosa de ir, presentar y regresarme a mi casa. Ya estoy viendo venir a la nostalgia justo cuando nadie la llama. Por que me recuerda a hace 6 meses. Por que fue hace 6 meses cuando... ahh, no importa.

Estoy triste por que (entre otras cosas) mi gato/gata no me pela, por que se le ocurrió ponerse en celo y además se consiguio una gatita NEGRA muy linda pero que cuando me ve le brillan los ojos. Casualidad por que él es totalmente blanco y era raro ver un bulto negro bajo un bulto blanco. Me recordo al yin-yang, y eso que dicen que siempre hay un revez para un derecho.

Me siento confundida por que no sé si las desiciones que estoy tomando sean buenas o sean malas, por que no sé como va a repercutir en mí todo esto, o como vallan a funcionar ( o dejar dé). Tengo un remolino de emociones, llantos al telefono, gritos, recriminaciones, recuerdos. Dolor latente, dolor cicatrizado y la incertidumbre de una gran mentira en mi cabeza que podria estarmela creyendo yo sola y nada más. La hipocondria, la ansiedad y mi nueva mirada me recriminan frente al espejo cada vez que me pinto los ojos para nadie. Es curioso, nunca me pinté y ahora no puedo salir a la calle sin maquillaje. No es vanidad, es la máscara que utilizo para pensar yo misma que quien soy por dentro no se proyecta para quien me ve de fueras. Si me ven seria, sola, con la mirada dura y los labios secos, creo que no se meterán conmigo. El otro dia un tipo que me quiso conquistar me decia que se daba cuenta que casi no sonrio. Es verdad, no me gusta mi sonrisa. Por que es falsa realmente. Por que cada que lo intento no hago más que recordad cosas que me hacen desistir. Y sinceramente, me siento fea cuando sonrio.

No me siento con la personalidad para juzgar nada, ni a nadie. No me siento ya con la animidad de intentar nada nuevo. No hay musica que me avive, no hay momento para olvidar. Quiero llorar mucho, mucho mucho. Como no he llorado nunca. Llorar por los dolores pasados, por los dolores presentes y empezar por los dolores futuros. Gritar los ayes que siempre me aguanto. Gemir de furia, de impotencia. Respirar y seguir llorando mucho. Hasta que no encuentre más motivos, aunque sé que siempre habrá alguno. Hasta que me ignore yo misma y me canse y no quiera volver a llorar nunca más. Y que cuando me hagan cualquier cosa, tenga la cara para plantarme y decir que no pasa nada.

Que sigan llegando las estocadas. Que me sigan colmando los dias oscuros y frios de este pesar que yo misma me niego en dejar. Que me sigan enterrando la espada en la espalda y el puñal en el corazón.

Ya se ve que no pasa nada.