miércoles, 4 de junio de 2008

Es su mes. Es junio. Pero preferiría que fuera otra vez mayo o que el calendario brincara simplemente de mayo a julio, por que detesta su mes. Por que no desea cumpleaños si debe esperar lluvias torrenciales; y junio es un mes de lluvias torrenciales y tardes anaranjadas que no tiene ganas de sobrellevar. Además, es un mes que comienza con el pie izquierdo. Con recuerdos, rencores, cigarro, botellas vacías de caribe coolers, marcas de cable en sus piernas y ganas de teñirse naranja y cortarse el cabello al hombro, son señales de que algo en ella no va bien.

Vuelve a rasguñarse. Vuelven las ansiedades, los desánimes, la asocialidad, los nervios, los cambios, las penas por las tallas. A veces no tiene ganas de estar en casa pero tampoco sabe a donde huir. El bosque dejó de ser su opcion hace mucho. Adriana está por cumplir 17 y no quiere un cumpleaños. Que sea 28 y después 30. Que nadie sepa, que nadie se acuerde y ella tampoco. Quiere estar sola, que nadie le pregunte, que no le busquen, que no traten de hacerle bromas y que eviten intentar sacarle por la fuerza lo que siente.

Ya aprendió la lección hace un año. Recostarse en una cama y jugar a las cosquillas sólo puede llevar a lo evidente. Y entre ella y tú no puede suceder algo así. Por que son amigos, por que le atraes de una forma pero no va a amarte nunca y ella no es una chica que se aventure a lo light. Todavía, a pesar de todo, cree en la sinceridad, ingenuidad y pureza de una relación con principios y con la persona correcta. Y tu no eres su persona correcta. Decreta sólo la amistad.

Está indeciza, y tiene muchas cosas en la cabeza que ya no entiende donde comienza y donde están los pies. Es un revuelto de muchas abruptas y singulares formas, las hormonas, las necesidades que se despertaron y exigen a alguien que presione el interruptor de aquí me tienes y ven a mis brazos, pero las cosas no son así. Así no funcionan y está desanimada. Se pierde. Se vomita en un valde la esperanza y la toma y la traga de nuevo y repite, en un circulo vicioso que nunca se ve terminar. Por que es un cielo que clarea para acto seguido romper el silencio de la tarde e invadirla de ruido de gotas que caen, que caen, que siempre caen y nunca paran de caer y la desesperan. Quería diseño, quería arte, sentimientos, musica y expresión en su máxime esplendor. Su delito es ser todo lo contrario y si ser titulada Médico Cirujano le sorraja el ego, que así sea. Olvidemos el arte, por que se va a morir de hambre. Si las manos le sirven de algo que sean para buenos fines por que está harta de que le digan que no sirve para nada. De levantarse temprano y hacer de mala gana el desayuno que no se agradece por una vez que lo haga. Y si aprender a salvar vidas oculta su vacío de no saber qué hacer con la suya propia, salvemos vidas.

Quizá salvando vidas se redima a intentar salvarse a sí misma, que todavía, a veces, le pesa conservarse en su lugar...

Y tiene una confesión: no puede dejar de pensar en ''el verdadero'', ''el donador'', ''el biológico''. No, no puede.

1 comentario:

Tiphareth dijo...

Adriana podría no descalificar al arte, podría dejar de escuchar a quienes le dicen que nunca le va a llegar a dar de comer. Lucía va a estudiar Vestuarismo teatral y por más hippie que les parezca a unos cuántos, a ella le chupa un huevo porque eso es lo que le da placer.
No busques hacer felices a los demás todo el tiempo porque en definitiva sos vos la que va a cargar con tu vida toda la vida, valga la redundancia. Si ser Médico Cirujano es tu pasión, si realmente te apasiona, entonces adelante... pero no lo hagas para complacer porque a la larga te vas a sentir más perdida que nunca con un título universitario que a lo sumo te servirá para limpiarte el culo.
Teñite, cortate el pelo, renovate, buscá un poco de bienestar en las cosas pequeñas, las chiquitas, las que te hagan sentir bien con vos misma.

Yo no me voy a olvidar del 29, jodete :)