Hoy fué otro de esos días desechables, aburridos, inóspitos, equis. Pero presenté historia y saqué 9. Y una vez más fui aclamada como la ñoña del momento, pero cuando Erika Capistrán, mi profesora, le dijo a Perla Mendoza, mi -amiga-, después de que le firmaron su hermoso 4 y me miró con desprecio para soltar un venenoso ''es mejor sacar 4, por que así sé que yo no soy ñoña, o sea, quien estudia?'', yo levanté la mano en nombre de mi propia tortura, y acto seguido escuché: ''Pues cuando seas una mujer mal casada y llena de hijos vas a desear haber estudiado'', y me quedé en silencio, satisfecha mirando la cara de limón que puso Perla y pensando que soy muy afortunada al no querer tener hijos (y sacar nueves).
Eduardo no me dirige la palabra y está en un plan de bestia herida al más puro estilo D'lessio, calcinandose en inmaduréz por que los 20-30 días de noviazgo escolar que tuvimos no ameritan para tanto, la verdad. Yo todavia lo resiento después de clases cuando tengo que tomar sola el vagón a metro Chabacano, o cuando necesito hablar con alguien sobre algo que no sea el nuevo modelo de celular que todos están comprando. Tenía sus cosas buenas, el muchacho. Lo que no acabo o no quiero comprender es su virtuosa capacidad de evitarme cuando me doy cuenta que quiere estar conmigo, y su valentía de responderme en la cara ''pues por que no se me da la gana'' cuando le pregunto en afan de tregua por qué no está entrando a clases. Es un imbecil...
Ah, pero eso sí: más imbecil soy yo por preguntarle si ya sé por qué. Dah.
Eduardo no me dirige la palabra y está en un plan de bestia herida al más puro estilo D'lessio, calcinandose en inmaduréz por que los 20-30 días de noviazgo escolar que tuvimos no ameritan para tanto, la verdad. Yo todavia lo resiento después de clases cuando tengo que tomar sola el vagón a metro Chabacano, o cuando necesito hablar con alguien sobre algo que no sea el nuevo modelo de celular que todos están comprando. Tenía sus cosas buenas, el muchacho. Lo que no acabo o no quiero comprender es su virtuosa capacidad de evitarme cuando me doy cuenta que quiere estar conmigo, y su valentía de responderme en la cara ''pues por que no se me da la gana'' cuando le pregunto en afan de tregua por qué no está entrando a clases. Es un imbecil...
Ah, pero eso sí: más imbecil soy yo por preguntarle si ya sé por qué. Dah.
2 comentarios:
Historia es una buena materia. Al parecer escribes con cierta melancolía, espero equivocarme (o que se te quite pronto).
Saludos
"...plan de bestia herida" haha muy bueno
Publicar un comentario