Ay, ahora sí ya estoy hasta la madre de hacerme la ñoña, sacar 9 y estudiar y presentar mis tareas y desvivirme por salir bien. Estoy hasta la madre de depender un poquito de Eduardo y de extrañar un chingo a Angel y parecer una estúpida por pedirle conversaciones y llorar por que me salen con que lo que siento es un berrinche. Estoy que me carga la chingada por que la de quimica se puso en plan de diva y me corrio de su clase y por eso todo el salon tiene un chingueretal de tarea para la próxima semana. Me duele la cabeza y el cuerpo por que se me ocurrió que era una brillantisima idea irme a jugar futbol con los vales y Lilia ayer y bailar bajo la lluvia de las 7 de la tarde, tomar frio y hoy volver a jugar y colgarme de los pasamanos, correr, gritar, ser.
Pero lo que más me pone de malas es que no puedo recuperar esa sensación que solía experimentar cuando era niña y pasaba de noche por Zaragoza, como sentia correr el aire por mi rostro y mi dulce seguridad por que adoraba ese momento y ahora sólo lo añoro.
Estoy cansada, necesito vacaciones sentimentales y vacaciones de verano.
Y yo no podria tener un simple free con Ángel, por que los free's son para divertirse sin compromisos. Yo no quiero solamente divertirme: quiero una vida con él.
Es una pena que él no lo vea así.
(Una pena para mí...)
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